Hace unos pocos días recibí una llamada. La persona que me llamó trabajaba en una organización. Me dijo que estaba pensando, junto con otras personas de otras organizaciones, avanzar en la idea de la cooperación. Que sabían que había trabajado en diferentes iniciativas con esa finalidad y que querían verme.
Nos juntamos, hablaron y hablé.
Y hablaron: que no es la primera vez que lo intentan, que en otras dos ocasiones no habían ido adelante, que tienen diferencias pero que tambien creen que pueden trabajar juntas, que uno de los posibles finales no lo ven posible hoy, que cada una tiene su modelo finalista en que no parecen coincidir, que la actual situación eocnómica es un elemento que les tracciona a hacer algo, etc.
Y hablé: que el fin no puede ser la suma de los finales individuales, que lo que vaya a ser debe trabajarse de modo conjunto entre quienes tengan capacidad de decidir sobr él, que debe aflorar del conjunto de ilusiones, de dudas, de inquietudes, de miedos, etc., como una resultante de la reflexión conjunta, que la clave está en visualizar dónde puedan encontrarse a gusto y desde allí, activarse observando lo que una nueva realidad vaya diciendo, que no todas las organizaciones que empiecen deben llegar al final, que en el tránsito puede haber salidas, que lo importante no son los que no sigan sino los que se queden, etc.
Vamos a ver cómo avanzamos.
El objetivo puede ser importante, pero lo mas importante es el camino hacia dicho objetivo. Por ello hay que caminar
Y lo que te puede aportar como Nueva Realidad a tu propio modelo y organización esa “discusión” aún no llegando a buen fin.