Querer conocer los resultados de un proceso nuevo, de la entrada a un mercado deconocido o de una nueva actividad antes de comenzar a recorrer el camino de su conocimiento. no deja de ser una ilusión.
Pero, ¿cuántas veces se deja de intentar algo porque no sabemos ni podemos asegurar lo que se puede obtener?
Y claro, entonces nos centramos en una repetición interminable de lo conocido que es de lo único que podemos saber, más o menos, lo que nos puede reportar.
Cuanto más exigentes seamos con la predefinición de resultados a obtener antes de comenzar a experimentar más nos moveremos en caminos rutinarios. Y más lejos nos quedarán las opciones de innovar.