La construcción de una nueva realidad a partir de varias realidades separadas supone un esfuerzo. Implica ceder parte de lo que era propio para generar algo con otras personas.
Puede sonar a pérdida inmediata a favor de lo que se espera mejor, pero que no existe. Implica no agarrarse a lo que se vive por la promesa del futuro.
Convierte a las personas en agentes de esa nueva construcción. Y afloran los miedos, la sensación de comparación, la necesidad de abrirse y mostrarse, etc.
Algunas veces, a algunas personas les genera inquietud y miedo. Otras personas en cambio, se encuentran a gusto.