Si hay una cantinela constante en la gestión de las organizaciones y una demanda formativa continuada es la referente a la conveniencia de fortalecer el trabajo en equipo. Son múltiples los enfoques para desarrollar los equipos y variadas las metodologías a aplicar pero son muy pocas las que entran a cuestionar el sentido del equipo.
Parece que cualquier equipo puede evolucionar y actuar de modo más eficiente en su cometido, independientemente del contexto en el que está inmerso.
En mi opinión, si se trata de hablar de equipos la primera reflexión debe centrarse en preguntarse sobre su significado, sobre el papel que juegan en el contexto de la organización y sobre las atribuciones con las que cuenta para desarrollarse en la misma. Sin ello, la mejora de su operativa va a ser muy limitada.
Por tanto, se trata de entender que el equipo es un hecho organizativo y no un sistema en sí mismo.
Después, habrá tiempo de pensar en él, en las relaciones entre sus integrantes, en sus roles, etc., ¿o no?