Visualizar cómo se entiende el futuro de una actividad en los próximos diez o quince años no asegura que vaya a ser de ese modo. Con seguridad, cuanto más detallado sea ese diseño más posibilidades hay de que el grado de diferencia sea mayor.
Sin embargo, sí parece posible clarificar algunos conceptos que puedan desplegarse, alcanzando los detalles propios del momento en que se hace, al mismo tiempo que posibilitar la orientación de la acción.
¿Cómo será este equipo que hoy hace esta función en el futuro?, ¿seguirá siendo el mismo?, ¿hay una forma diferente de realizar su prestación?, ¿los posibles cambios se producirán en componentes, en procesos fabriles, en su diseño, etc., o más bien en la integración de nuevas funciones/prestaciones adicionalmente a las que actualmente desarrolla?
Las respuestas que se puedan dar a preguntas como éstas debieran ser elementos conductores en procesos de innovación y en las inversiones a realizar.