Si además se da el caso de que esta posición no es única sino que hay diferentes posiciones, todas ellas bien rumiadas y bien desarrolladas, el proceso que permita generar alguna posibilidad compartida, estará presidido por la violencia.
Violencia entendida como conflicto que no es generador y que a menudo es descalificativo, con idas y vueltas, sin un ritmo conducido por el aprendizaje o por el debate creativo y generador de lo nuevo.
Con ello se debe entender que es posible alcanzar una idea común, nueva o construida con retazos de las posiciones iniciales, pero que la forma de lograrlo no va a ser rápida ni lineal. Se va a encontrar con recovecos, con aparentes vueltas a atrás, con pasos a dar que no son posibles definir de antemano, etc.
Seguramente, más que otras veces, el siguiente paso a dar en ese intento de construcción colectiva, va a requerir definirlo una vez que se ha dado el paso anterior. Y esto puede poner muy nerviosas a las personas que demandan la lógica.