Algunas veces se suele plantear en las organizaciones la conveniencia de descentralizar. Una posible definición sería que «descentralización es el acto y la consecuencia de descentralizar: delegar parte del poder que ejercía un organismo central a diferentes entidades o corporaciones. La descentralización implica una división o un reparto de la autoridad.»
Supone por tanto un deseo de delegar y otro de aceptar. Pero el aceptar, ¿demanda unas condiciones?
Normalmente se suele producir este tipo de reflexiones en el caso de organizaciones en crecimiento y diversificadas. Cuando estas dos circunstancias se producen, la complejidad de la gestión anima a emprender el camino de la descentralización. En efecto, la centralización se observa que comienza a jugar el papel de limitador.
Pero no se trata de tener la intención y explicitarla, ¡ a descentralizarse ! Exige además el crear un contexto en el que esta descentralización tenga garantías de ser efectiva.
Algnas condiciones que la facilitan pasan por:
- Interiorizar por los diferentes actores las razones por las que vale la pena realizar este movimiento y la responsabilidad que se debe asumir
- Generar equipos, no tanto definir una persona individual, que acepten esta nueva gestión
- Dar importancia a que estos equipos puedan albergar en sus capacidades el máximo de conocimientos que requieren para desarrollar su trabajo con una alta autonomía
- Establecer los sistemas de información de los que deban dotarse para ejercer su nueva responsabilidad así como la dinámica para compartirla, tomar decisiones y poner en marcha atuaciones en función de su interpretación
- Volcar las miradas de las funciones no descentralizadas en apoyar el éxito de las nuevas responsabilidades
En resumen, posibilitar la descentralización implica generar un nuevo modelo, anteriormente no requerido en un funcionamiento en el que impera lo centralizado, para que pueda desarrollarse.
Muy de acuerdo,… por aportar:
… y trabajar con las personas y los equipos el cambio de rol y los nuevos métodos de trabajo, para apoyar en la superación de miedos e incertidumbres y proporcionar metodologías adaptadas al equipo y las personas. Intervenir solo en lo puramente organizativo y dejar aparte lo emocional, lo social y relacional y lo cultural y metodológico, hace el proceso mucho más largo y difícil y ayuda a dejar menos «muertos» en el camino.
Como (casi, jaja) siempre Iñaki, totalmente de acuerdo
Una muy buena reflexión para ponerla en práctica. Pondría a todos los participantes a hacer remo en una trainera
Pues sí Joxi, para ponerla en práctica en la realidad del trabajo. Solamente remar juntos como algo anecdótico y ajeno a lo cotidiano no va a tener, creo, el impacto que tendría el intentarlo en el día a día.