Normalmente en los cursos que doy en Directiv@ 21 organizados por Euskalit suelo comenzar realizando esta pregunta a las personas que asisten.
Claro, tratándose de una sesión que tiene por objetivo hablar sobre estrategia las respuestas son bastante entusiastas indicando no sólo que es necesaria sino imprescindible.
Dos amigos tienen la intención de reabrir un bar cerrado desde hace algún tiempo.
¿De qué se trata, de reabrir un bar o de tener un proyecto?, ¿cuál es la diferencia?
Cuando lo hemos comentado ha ido aflorando que quieren un bar que se aprovisione de productores de la comarca con los cuales se establezcan modos de relación y se les de visibilidad.
Asimismo, quieren que sea un expositor de productos elaborados en el entorno.
Por tanto, quieren que el cliente sepa que hay un productor – y que es éste, que se le vea – de los productos de alimentación que ofrecen.
Es decir, tienen la idea de conectarse con lo local.
Asimismo, tienen aficiones culturales, les interesa la música, la pintura, la escritura, etc. Por ello, surge la idea de darle un enfoque cultural en un entorno que tiene una oferta de este tipo muy reducida.
Es decir, quieren convertirse en un agente dinamizador de la cultura.
Y también se han dado cuenta de que otras personas y entidades persiguen similares fines y que todas ellas están interesadas en progresar y ofrecer una oferta turística de calidad.
Y entonces han planteado la idea de cooperar con otros para crecer todos.
Definir y llevar a cabo estas tres ideas (conectarse con lo local, ser agente dinamizador de la cultura y cooperar con otros para crecer todos) no sé si es estrategia pero sí sirve para clarificar por dónde moverse.
Quizás lo que separa a un bar de un proyecto es que tenga unas ideas compartidas detrás, llámalas estrategia si quieres.