La semana pasada participé en una jornada que tenía por objetivo presentar y comenzar el debate para impulsar una estrategia de captación de cicloturistas en una comarca.
La asistencia estaba compuesta por ex-ciclistas profesionales, propietarios de alojamientos y tiendas de bicicletas, responsables de clubs de ciclismo, trabajadoras de entidades públicas de fomento del turismo y un par de paracaidistas. Uno de ellos era yo.
El proyecto se dinamizaba por una conocida consultora especializada en ciclismo y turismo afincada en Aragón.
La cosa comenzaba bien porque plantearon la idea de la especialización. En efecto, estructuraron el potencial mercado en tres categorías: ciclismo de carretera, ciclismo de montaña y ciclismo en familia. Y partieron de la conveniencia de centrar la actuación en uno de ellos para concentrar los esfuerzos. Parecía correcto.
En el proceso de debate para seleccionar el ámbito de focalización, llegó el turno de los argumentos para centrarse en ciclismo de montaña. Intervino una persona e indicó que debido a la tala de árboles, algunos caminos públicos se encuentran en mal estado durante tiempo y también que la orografía de la zona presenta pendientes y que apenas hay trayectos de longitud sin un desnivel significativo.
Una representante institucional señaló que no consiguen que los forestalitas se responsabilicen del reacondicionamiento de los caminos comunales que utilizan y que lo de las altimetrías era cierto.
No he podido asistir a otras sesiones posteriores pero he oído que la intención es focalizarse en el turismo de carretera.
Pues sí, a veces argumentos de escaso peso cobran una importancia inusitada cuando se trata de identificar una estrategia que no surge del debate sino de la aceptación de cualquier aportación, incuso aquellas que no tienen sentido. ¿O se debe aceptar porque sí algo para no molestar a unos negocios que dañan lo público?, ¿o acaso no es atractivo especializarse en ciclismo de montaña cuando se pueden hacer desniveles importantes en un recorrido de longitud media?
No se trata de aceptar cualquier aportación sino de compartir, interpretar y decidir en consecuencia.