Por planificación de la producción entiendo la previsión del uso de las capacidades de la organización para atender a las demandas de las empresas clientes, especialmente en plazos, de la forma más eficiente.
Esto es, responder a los compromisos adquiridos con el exterior y hacerlo del mejor modo posible para no penalizarse internamente.
Como tal, es un sistema complejo que a veces se reduce a un programa informático o a lo que diga una figura concreta, la persona que planifica. O sea, una forma bastante simple de tratarlo.
Planificar la producción de una organización exige comunicación intensa. Comunicación para planificar ya que la responsabilidad de los recursos debe tomar parte. Y comunicación para responder a las incidencias que siempre se van a producir. Por tanto, es un trabajo colectivo.
Planificar la producción exige compromiso con lo planificado. Y si se observa que no va a suceder, hay que aflorarlo cuanto antes.
Planificar la producción en un medio plazo es la única forma, más allá de la intuición individual, de conocer si se pueden coger nuevos compromisos con los clientes. Bueno, también es verdad, si se quieren cumplir, claro.
Por lo que voy observando, si la planificación se entiende de acuerdo a estas cuatro ideas, queda mucho trabajo por hacer en muchas organizaciones para evitar desilusiones, malosentendidos y muchas disculpas.