Una de las prioridades que la administración debe tener, especialmente en estos momentos, es la de fortalecer el tejido empresarial de su entorno cercano. Y especialmente de aquel tejido que suponga un empleo de calidad.
De una forma genérica, se puede entender que el empleo industrial lo es.
Y de modo especial, este fortalecimiento debiera ser consecuencia de enfocarse a apoyar a aquellas organizaciones que nacen y se enraízan en la comunidad. A aquellas cuya ubicación no responde a una decisión externa en búsqueda de oportunidades de costes baratos.
Organizaciones que cuentan con proveedores también locales y que estén dispuestas al despliegue de relaciones y soporte mutuo. Es decir, a generar modelos de relación y capacidades internas para apoyar a sus proveedores
Esta debiera ser la forma de responder a su compromiso social, además de convertirla en la forma más capaz para competir en el campo internacional. Desarrollar a los proveedores locales, en lugar de basar las relaciones tomando como referencia exclusiva el coste con una óptica de corto plazo, debiera estar entre las prioridades estratégicas de muchas empresas. Y ello, con el apoyo de la administración. Eso sería también pensar en las personas y en el país.
Completamente de acuerdo con tu razonamiento y añadiendo que este actual escenario de, incertidumbre y ansiedad colectiva coyuntural nos va a proporcionar los medios para ese cambio estructural.
Este tren pasa muy pocas veces con estos “Vagones”
Interesante Alberto, esta sería una buena forma de empezar a cambiar el modelo y tomar otro rumbo. Un ejercicio que deberíamos de empezar ya. Por desgracia creo que la tendencia del modelo va hacia otro lado, hacia las decisiones externas para minimizar costes y maximizar beneficios. Hay miles de ejemplos, y en todos ellos las personas no valen nada. Este modelo importado es el que domina entre la clase política que tenemos, que actualmente utiliza la palabra “local” en anuncios de tv y campañas como marketing político para hacernos creer que valoran lo local. Por eso creo que para ese cambio es necesario cambiar las relaciones de poder, y que la toma de decisiones y la política en general vuelvan también al ámbito local, uniendo círculos pequeños interconectados. Como siempre, para esto son necesarios el respeto, los valores, el consenso y el apoyo mutuo. Tenemos trabajo por delante.