Necesitamos seguridad. Buscamos rodearnos de elementos que nos hagan sentir que la tenemos, que hay algo imaginado y superior que nos la otorga. Referencias de cómo la vida, en una dimensión amplia o reducida, es o va ser. Construcciones que sobre nuestra propia realidad, supongan una cobertura que nos disminuya las inquietudes de lo desconocido.
Me encuentro de nuevo con la necesidad de definir las funciones de personas en la realización de su trabajo. Intento huir de ello pero veo que otras personas lo necesitan. No es mi caso. Pero sí resulta una demanda muy generalizada.
Intelectualmente comprendemos que no significan nada, que es imposible contener algo complejo en una definición limitada que además es cambiante en cuanto ya la has escrito, pero las queremos.
El cobijo en algo irreal nos da seguridad. O quizás lo que hace es empobrecernos.
La primera vez que pasaba por allí, pie a tierra. La seguridad tiene mucho que ver con el contexto en el que actúas, ¿no? 😉
Jaja, no te des por aludido, nadie te había reconocido….
Toda la razón pero tú bien sabes que cada uno tenemos nuestras querencias.
Como siempre nos confrontas a un criterio realmente profesional y maduro, frente a la incertidumbre e, incluso, frente a la toxicidad. Una brizna de brisa en un entorno, a veces, sofocante.
Eskerrik asko
Eskerrik asko, Juan Carlos. Me alegro de que te proponga algo de tu interés, saludos