El crecimiento de una organización genera riesgos. Riesgos de pérdida de identidad en el proyecto. Más aún cuando este crecimiento se produce con nuevas actividades o en entornos geogáficos diferentes a los tradicionales.
Este hecho lleva asociado sentimientos de pérdida de información, de falta de comprensión de una nueva realidad desconectada de la cotidianeidad de la persona, de sensación de disminución de la relación con otras personas, etc.
¿Será que el crecimiento genera de un modo inevitable estas situaciones o algo se puede hacer?
Sí, algo se debe hacer. Es el momento de replantearse de modo compartido si las estructuras y los modelos creados para la realidad anterior siguen siendo válidos para una situación, normalmente deseada, que ahora se percibe como amenazante. Y este replanteamiento debe orientarse a reconstruir las formas de decisión y de comunicación a partir de generar identidades diversas que, de un modo recursivo, permitan tratar la nueva complejidad.